Chimichurri

Salsa Chimichurri: La Joya Gastronómica Argentina.

¡Hola, che! Si hay algo que identifica a la parrilla argentina además de nuestras jugosas carnes, es sin duda el chimichurri. Este aliño es un imprescindible cuando se trata de realzar los sabores y darle ese toque auténtico y criollo a nuestras comidas. Y, como todo buen argentino sabe, no hay mejor acompañante para un asado que una salsa chimichurri casera. Así que si querés hacerle honor a esta tradición y sorprender a tus invitados con un chimichurri auténtico, te dejo esta receta que es ¡un golazo!

Ingredientes:

1. Un manojo de perejil fresco, bien picadito (Algunos utilizan cilantro, pero ¡no es la idea!).
2. 5 dientes de ajo, picados finamente.
3. 2 cucharadas de orégano seco.
4. 1 cucharadita de ají molido (si te animás al picante, claro).
5. 1 cucharadita de sal gruesa.
6. 1/2 cucharadita de pimienta negra molida.
7. 1/2 taza de aceite de oliva (de buena calidad, eh).
8. 1/4 taza de vinagre de vino tinto.
9. Agua caliente, cantidad necesaria.

Preparación.

1. El Perejil y Ajo: Comenzá picando bien finito el perejil. No se te vaya a escapar ni una hojita, que aquí no se tira nada, pibe. Los ajos también deben ser picados bien chiquititos, para que su sabor se disperse por toda la salsa.
2. Mezclar los secos: En un bol grande, colocá el perejil y ajo picados, agregá el orégano, ají molido, sal gruesa y pimienta. Revolvé bien, así los sabores empiezan a mezclarse y hacer de las suyas.
3. Liquidos a la acción: Añadí el aceite de oliva y el vinagre al bol. Acordate que si querés un chimichurri bien argentino, tiene que ser con aceite de oliva y vinagre de vino tinto. Esos son los secretos del sabor.
4. Unirlo todo: Mezclá bien todos los ingredientes hasta obtener una salsa homogénea. Si te parece que la salsa está muy espesa, podés agregarle un poquito de agua caliente para aligerarla. Pero ojo, que sea de a poco, no queremos un chimichurri aguado, queremos una salsa con cuerpo y carácter.
5. El reposo, la clave: Una vez lista la mezcla, cubrí el bol y dejalo reposar al menos 2 horas. Si podés dejarlo toda la noche en la heladera, ¡mucho mejor! Así los sabores se intensificarán y se integrarán mejor.
6. Servilo a gusto: Cuando llegue el momento de la verdad, serví el chimichurri en una salsera o directamente sobre la carne. Eso sí, preparate para los elogios, porque con este chimichurri, vas a ser el rey de la parrilla.

Algunos consejitos.

• El chimichurri se lleva bien con casi todo, no solo con carnes. Podés probarlo en empanadas, choripanes, y hasta en ensaladas. Animate y experimentá.
• Si te sobra chimichurri (aunque lo dudo, porque es una delicia), guardalo en un frasco hermético en la heladera. Así te dura más tiempo y siempre tenés a mano ese gustito argentino.
• Y si querés darle un twist, podés agregarle un poquito de limón o zumo de lima para darle un toque fresco y ácido.

¡Listo, mate! Ahora tenés todo lo que necesitás para preparar un chimichurri que hasta el mismísimo Gardel te envidiaría. No hay excusas para no animarse a este clásico argentino que, entre nosotros, es el secreto de toda buena parrillada. ¡A disfrutar, che!